Francisco Toledo

Francisco Toledo


Francisco Benjamín López Toledo nació el 17 de julio de 1940 en Juchitán, Oaxaca. Desde los catorce años inició sus estudios artísticos en el taller de grabado de Arturo García Bustos y más tarde, en el Taller Libre de Grabado de la Escuela de Diseño y Artesanías del Instituto Nacional de Bellas Artes (ahora INBAL).
En 1959, teniendo solo diecinueve años, realizó su primera exposición individual en la Ciudad de México, eventualmente llevando su obra a la Galería Antonio Souza y a Fort Worth Center en Texas, Estados Unidos.
Manejó distintas técnicas con gran maestría, como el fresco, linóleo, litografía, xilografía, óleo al temple, collage, acuarela, gouache, encáustica, tapiz, modelado y cerámica. En su obra son recurrentes los animales y figuras zoomorfas, zoología fantástica, insectos, autorretratos y elementos prehispánicos que el artista modela bajo su propia narrativa y estilo característico. A través de los años, se definió no solo como pintor, escultor y grabador, sino también como activista social y político de izquierda, enfocándose en promover y proteger el arte y la cultura en el Estado de Oaxaca, preservar el patrimonio cultural e impulsar el diseño textil. Promovió la creación del Museo de Arte Contemporáneo de Oaxaca en 1992; la Casa de la Cultura en Juchitán, el Centro de Artes de San Agustín (CASA), la Fonoteca Eduardo Mata, el Instituto de Artes Gráficas de Oaxaca (IAGO), la Biblioteca Francisco de Burgoa, la Biblioteca para Invidentes Jorge Luis Borges, las revistas Guchachi Reza y Alcaraván y la editorial “Ediciones Toledo.”
En 1998 fue ganador del Premio Nacional de Ciencias y Artes en el campo de Bellas Artes, en la disciplina de Pintura.
Su activismo ambiental y político trascendió junto con sus obras, y su carácter de artista permanece unido al de luchador social, levantándose como uno de los artistas más importantes de Latinoamérica aún después de la muerte.